En Traumatología 21 tratamos todo tipo de artrosis

Desde la artrosis de rodillas y manos, hasta la artrosis de cadera


prevenir-la-artrosisLa artrosis

La artrosis es la enfermedad de las articulaciones más frecuente. Consiste en un “desgaste” del cartílago articular que origina dolor y en ocasiones pérdida del movimiento. Suele ser una enfermedad de personas mayores debida al desgaste que sufre la articulación.

Las causas:

  • Herencia. Es más común en personas con antecedentes familiares.
  • Sexo. En las mujeres es más frecuente la artrosis de rodillas y la artrosis de manos, y en hombres, la artrosis de cadera.
  • Obesidad. La obesidad predispone a la artrosis en las articulaciones de carga como las rodillas y caderas ya que el sobrepeso acaba dañando el cartílago articular.
  • Microtraumatismos repetidos ya sean en el trabajo o haciendo deporte.
  • Lesiones previas del cartílago articular. Por traumatismos, inflamaciones articulares de cualquier causa, operaciones, etc.
  • Trastornos por sobrecarga. Cuando hay alteraciones en la alineación de la pierna o una pierna es más larga que la otra, o cuando existen anomalías del pie o de la cadera, se produce un mayor desgaste de la rodilla.

¿Cómo prevenirla? 

Una vez diagnosticada, la artrosis puede mejorar mucho o corregirse con las siguientes recomendaciones generales dependiendo del grado, aunque casi siempre se deben asociar varios gestos terapéuticos.

  • Seguir el tratamiento indicado por su traumatólogo es muy importante, ya que puede permitir llevar una vida prácticamente normal.
  • Evitar el sobrepeso.
  • Calor y frío: en general, el calor es más beneficioso ya que alivia el dolor, relaja la musculatura y elimina la sensación de rigidez. También ayuda la aplicación de frío en la rodilla, con compresas o bolsas de hielo, en algunos casos. Cada paciente tendrá su propia experiencia de lo que le resulta más eficaz.
  • Evitar los asientos bajos. Siéntese mejor en sillas altas con reposabrazos, le costará menos levantarse.
  • Evitar estar de pie durante mucho tiempo y si es preciso ayudarse para caminar c o un bastón en el lado sano.
  • Evitar los paseos largos ya que sobrecargan las rodillas.
  • Evitar caminar sobre terreno irregular como calles sin asfaltar o zonas de campo.
  • Procurar no arrodillarse ni ponerse en cuclillas.
  • El ejercicio debe considerarse como un punto básico en el tratamiento.
  • La natación, el baile, los ejercicios acuáticos, los paseos suaves son muy recomendables.
  • Reposo: durante las fases de mayor dolor el reposo relativo es beneficioso.
  • Calzado adecuado: utilice calzado de suela gruesa que absorba la fuerza del impacto del pie contra el suelo al caminar.
  • Implantes biológicos, con ácido hialurónico.
  • Tratamiento farmacológico: el médico decidirá, cuál es el fármaco más adecuado. Se trata de casos agudos.
  • Tratamiento de rehabilitación: el médico rehabilitador establecerá el tratamiento adecuado y el fisioterapeuta los consejos a seguir.
  • Tratamiento quirúrgico: en los casos más avanzados y de peor evolución, existen tratamientos quirúrgicos que pueden solucionar el problema.